El comandante Reisman es un oficial estadounidense que se ha distinguido en la campaña de Italia, durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de ello, su mayor virtud no es la disciplina; de ahí que las relaciones con sus superiores sean más bien tensas. Sin embargo, debido a su brillante historial militar, no dudan en encargarle una misión suicida: asaltar una fortaleza nazi y matar a sus ocupantes, todos ellos altos mandos del régimen. Para ello debe someter a un duro entrenamiento a doce presidiarios.